Deberían inventar consolas sumergibles ¿o no?
Cada año por estas fechas mucha gente se hace la misma pregunta. Para muchos no familiarizados con los videojuegos puede parecer una tontería pero para quienes disfrutan de ellos es un dato importante. Depende muchos aspectos y detalles ya que no siempre es realmente necesario llevarse la consola y otras veces es realmente un entretenimiento más cuando haya que matar el tiempo de una forma u otra.
En el caso de los jugones adultos será más evaluar si realmente va a ser necesario. Una consola portátil puede ser una solución, pero en general pensamos que unas vacaciones son para desconectar un poco de todo. Si en vez de salir nos quedáramos en nuestra casa en periodo vacacional, es evidente que la consola sigue siendo un elemento de distracción. Pero fuera la cosa cambia. Si salimos de vacaciones las consolas más apropiadas son las casuals. No dispondremos de mucho tiempo seguido para jugar a juegos y posiblemente tampoco de conexión a internet (o por lo menos con una calidad suficiente para jugar con garantías) por lo que echar una partida a cualquier juego se limitará a ese rato en el que los demás hagan la siesta o no nos estemos planteando ir a la piscina.
Si nos llevamos una wii o cualquiera de las otras consolas pero con juegos tipo buzz, la cosa cambia. Un rato a media tarde o antes de salir de noche jugando con la familia o amigos será un buen aliciente. Una alternativa tecnológica a las partidas con juegos de mesa.
En el caso de los jugones adolescentes o más jóvenes hemos de tener en cuenta lo aparatoso de llevar consolas de sobremesa. Sin una buena televisión tanto PS3 como Xbox 360 no terminarán de disfrutarse del todo. Una Wii, al ser más casual y tener muchos juegos que no necesitan largas sesiones de juego para ser disfrutados puede estar interesante pero solo si realmente va a valer la pena. Cargar con un trasto más en una época de calor y con alternativas como la playa, piscina, la montaña e incluso el turismo en la zona que visitemos puede llegar a ser un poco pesado.
En este caso deben ser los padres los que evalúen si es absolutamente necesario llevar una consola si se van a realizar otras actividades. Una PSP o una DS pueden ser buenas opciones para largos viajes. Los niños estarán entretenidos durante un rato y no se les hará tan pesado. Pero sustituir otras actividades por el uso de una consola lo desaconsejamos totalmente. Una consola ayuda a desarrollar ciertos aspectos (destreza manual, respuesta y agilidad mental) y siempre está correcto jugar un poco. Pero una cosa es el uso y otra el abuso. Siempre hablando de niños, claro. Las alternativas que tiene un niño son tantas que la consola debe pasar a un segundo plano o incluso ser olvidada en la maleta mientras su mente se centre en la piscina o salir a la playa a refrescarse un rato.
Así, aconsejamos que os llevéis esas consolas que tanto os gustan para un uso más casual. Si consideráis que tendréis tiempo para una partidita al Pro o al Fifa pues también es interesante si tenemos gente con quien jugar para pasar un rato agradable. Siempre algo casual y que no promueva el autismo, menos dentro de unas vacaciones familiares o en grupo.
En verano consolas sí. Pero con moderación y que nunca sustituyan otras actividades. Que una consola no ligará por vosotros si la preferís a salir a tomar unas copas. Y que vuestra pareja igual prefiere dar un paseo a «disfrutar» de una partida maratoniana en el salón del hotel o albergue. Pensemos en los demás, ya que una partida al UNO o un Poker siempre hará que os marquéis unas risas y será una previa interesante antes de salir por ahí.
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